miércoles, 28 de octubre de 2015

BENEFICIOS DEL BAILE PARA LA GENTE MAYOR






Bailar es una manera fácil y divertida de hacer actividad física, una actividad que practicada con medida y seguridad puede ser un ejercicio muy adecuado para las personas mayores.
Además, ir a bailar nos obliga a arreglarnos, salir de casa y contactar con otras personas con la mejora del estado de ánimo que ello conlleva.

Beneficios del baile para la mente

Bailar aporta muchos beneficios mentales, tanto en el aspecto psicológico como en el fisiológico:
ü      Reduce el estrés y aleja la depresión. Nos hace sentir más contentos.
ü      Ayuda a ejercitar la memoria, la atención y, si se baila en pareja, obliga a coordinar los movimientos con los de otra persona.
ü      Potencia la autoestima y la confianza en uno mismo, ayuda a vencer la timidez y aleja la soledad.
Además, en el caso de personas que sufren artritis, la enfermedad de parkinson o alzheimer, parece que el baile les ayuda a estimular las capacidades físicas y psíquicas.


Bailar aporta múltiples beneficios al cuerpo pero, a diferencia de lo que ocurre con otras actividades físicas, no parece que estemos haciendo “deporte” (una palabra que asusta a mucha gente):
Fortalece los músculos, sobre todo de piernas, caderas y, dependiendo del baile, de los brazos.
ü      Aumenta la flexibilidad y la resistencia.
ü      Mejora la coordinación y el equilibrio, por lo que ayuda a prevenir las caídas en personas mayores.
ü      Ayuda a mantener el peso, controlar la presión sanguínea, paliar dolores articulares y prevenir la osteoporosis.
ü      Mantiene nuestro cerebro más irrigado, lo que ayuda a prevenir el deterioro cognitivo.
ü      Beneficia a nuestros sistemas cardiovascular y respiratorio.

Beneficios de bailar para las relaciones sociales

Bailar favorece las relaciones sociales dado que suele realizarse en grupo y en pareja . Favorece la comunicación e invita a relacionarse 

Los bailes más adecuados

Hoy en día, gracias a las asociaciones de personas mayores, centros, centros de día, programas de envejecimiento activo, etc., las personas mayores tienen acceso a una amplia variedad de bailes. Algunos ejemplos podrían ser:
Bailes de salón. Suelen tener movimientos sencillos y repetitivos, que disminuyen el riesgo de sufrir caídas.
Country. En este tipo de baile hay que emplear mucho el cerebro para contar pasos y coordinarse con la música.

Algunas recomendaciones a la hora de bailar

Como en el caso de otras actividades físicas sería conveniente llevar ropa cómoda y amplia que permita una buena circulación sanguínea, vigilar que no pasemos frío o calor, llevar zapatos cómodos y que no resbalen e hidratarse correctamente.
Por último, sería conveniente hacer este tipo de actividad física 3 o más veces por semana, un mínimo de 30 minutos (si bien se recomienda hacer ejercicio 5 veces a la  semana). Sin embargo debemos tener en cuenta que antes de empezar una nueva actividad física es recomendable acudir al médico.